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Casas flotantes

Imagínate vivir con el agua al cuello. Bueno, exactamente, encima del agua, surcando sin tregua los mares a lo Jack Sparrow o amarrado tan pancho como Chanquete en su Dorada.

Cuando hablamos de una casa, siempre decimos que son cuatro paredes y un techo, pero ¿por qué nadie menciona el suelo?

Cuando el suelo no es tierra firme hablamos de casas flotantes, especies de espacios en toda regla. La definición oficial las define como barcos que han sido diseñados o modificados para ser usados principalmente como hábitat humano. Algunos motorizados y por tanto con capacidad para desplazarse, y otros no, anclados en un muelle por siempre jamás. Ahora imagínate levantarte por la mañana y saltar de la cama al agua, para darte un bañito tempranero; desayunar café calentito al fresco, no tener que preocuparte nunca de cortar el césped y no perderte ni un atardecer… Que ya sabes que los atardeceres en el agua son más atardeceres. Y todo ello sin renunciar a tener agua caliente, luz, gas, wifi y demás. Tendador, ¿verdad?

Las casas flotantes, este hábitat poco convencional y históricamente teñido de cierta sordidez, es apto para espíritus independientes, personas que andan por el lado salvaje de la vida, que no quieren sentar raíces y vivir en un estado de vacaciones permanentes, aunque no. Hay muchos que optan por vivir en una casa flotante, cada vez más de hecho. ¡Son tendencia señores! Aunque vamos por partes, porque las hay de muchos tipos, desde las que potencian una vida sencilla, económica y reducida a mínimos, a verdaderas mansiones sobre el agua. Las hay artesanales basadas en diseños antiquísimos, a veces con siglos de historia, a casas flotantes prefabricadas de diseño súper finolis y con todas las comodidades de la vida moderna, hasta domótica.

La primera casa flotante que recordamos es la mismísima arca de Noé. Y si siempre te preguntaste cómo era, aquí tienes una réplica en madera fabricada siguiendo el diseño del original según las descripciones de los documentos antiguos. Toda una atracción turística en Kentucky… Qué cosas.

En Holanda, y también con finalidades turísticas, encontramos el Houseboat Museum en el barrio Jordaan de Ámsterdam, donde puedes visitar el barco Hendrika Maria del 1914 y encontrar respuesta a preguntas como: ¿Es posible tener electricidad en el agua? ¿Qué pasa con las aguas residuales? ¿No hace frío, humedad o es oscuro a bordo?

Casas flotantes houseboat museum amsterdam

Dejando las atracciones turísticas a un lado y centrándonos en casas flotantes para uso particular, encontramos esta “unifamiliar” en Berlín, el Odin, sobre las aguas del Tiergarten Park. Con 30 m de eslora y 4.5 m de manga, fue utilizado para transportar grano y grava hasta el año 1994 de su jubilación, para luego ser propiedad de un escultor que lo reformó conservando su carácter histórico y lo convirtió en un hogar para su familia.

Casas flotantes Odin

casas flotante Odin

También en Alemania (Oldenberg), encontramos este loft flotante obra de Confused Direction. Pequeño (14x3 m), con techo ecológico de plantas, interiores en blanco minimalista y muebles de diseño, es de lo más cuco. En su interior encierra un living espacioso con kitchenette y un baño en el nivel inferior; arriba cuenta con un dormitorio que asoma al espacio principal. Es una casa flotante ecológica, cero emisiones y una estructura de madera reciclada con 250 años de antigüedad, tomada de un viejo granero. ¿Alguien da más?

Casas flotantes loft en Alemania

Los canadienses, que lo hacen todo muy bien, firman esta casa flotante de dos plantas y tejado a dos aguas anclada en una isla del lago Hurón, en los Grandes Lagos. Esta preciosidad es el fruto de una inquietud de MOS Architetcs: ¿Cómo diseñar una casa flotante amplia, abierta en su entorno y con todas las comodidades evitando dentro de lo posible el impacto paisajístico? Pues pintando la madera de blanco y con cubiertas que dejan pasar el viento y la luz en función de las necesidades y de la estación. El principal reto técnico consistió en adaptarse al drástico cambio del nivel del agua en el lago Hurón, para lo que se ingenió una base flotante de pontones de acero, que permite que la vivienda se adapte al nivel del agua. Pura ingeniería.

Casas flotantes MOS Architects

De otros arquitectos, Designs Northwest Architects, es esta maravilla en Seattle, Washington. Debía albergar todas las comodidades propias de una vivienda moderna y, al mismo tiempo, fusionarse con el carácter histórico del barrio flotante del lago Union. Su forma cúbica y su estructura racional de aire industrial, confieren al espacio un aspecto sólido y funcional, con detalles de calidad y un cierto toque retro.

Casas flotantes en Seattle

Casas flotantes en Seattle

Como ves, del pasado sórdido de las casas flotantes de principios del siglo XX, reductos de trabajadores portuarios o negocios oscuros (o ambos a la vez), de exclusión social o las famosas cárceles flotantes, ya no queda nada, pues pasaron a ser una vía de escape al precio desorbitado de la vivienda en algunas ciudades, y en algunos casos, como en las grandes bahías de la costa oeste de Estados Unidos, han formado barrios enteros que son enclaves privilegiados. Sausalito, por ejemplo.

Casas flotantes Sausalito

En España, a diferencia de otros países europeos, no existe tradición de casas flotantes, y a excepción de algún enclave turístico, apenas hay referencias más allá del conocido barco de Chanquete, claro está. Y es una lástima, pues costa no nos falta y buenos arquitectos, tampoco.

Casas flotantes barco Chanquete

Bueno, no desesperes, porque es una tendencia al alza. De momento, siempre puedes optar al montón de casas flotantes disponibles para alquiler vacacional en ciudades como Seattle, California, Nueva Orleans, París, Londres…