El mejor diseño es el que no se nota. Así también lo creen los responsables de Labour and Wait, una tienda esquinera en el East London que ofrece, desde el año 2000, una amplia variedad de productos para la casa con un denominador común: todos son la mínima expresión de lo que representan, diseño atemporal y funcional para la vida de cada día.
Es un placer pasear por la web y ver productos bonitos y sencillos con un diseño que aúna calidad y utilidad, objetos «de toda la vida», nada de cacerolas con tres asas, tazas de café sin ninguna, o boles deformes para «hacer bonito».
Aquí todo se usa (y no se tira), una y otra vez, otra vez y una, hasta el fin de los tiempos o hasta que se rompa de agotamiento, pero eso sí, todo envejece bien y está destinado a convertirse en «favorito», pues como dice el refrán, el roce hace el cariño… ¿verdad?
Estos clásicos modernos se fabrican hoy como se fabricaban ayer y proceden de todas partes: baterías de cocina de esmalte hechas en Japón o Austria, vasos de cristal franceses igualitos a los que usábamos en el cole, la «Brown Betty», clásica tetera inglesa de finales del siglo XVII, una caja para el pan alemana que se lleva fabricando desde 1940, velas francesas del 1902, libretas portuguesas de 1918, ¡oh! ¡Hasta Papier d’Arménie! Todos son viejos conocidos, aunque apostamos a que hurgando en la web os vais a llevar alguna sorpresa…
Como reza la campaña de Navidad de Idealista, «no hay nada malo en la palabra sencillo». No podíamos estar más de acuerdo.
