No es de extrañar que Uta y Martin escogieran este paraje para echar raíces y establecerse con su familia hace 44 años. Encontraron un rincón en la naturaleza donde construir su paraíso, lo bastante aislado para sentirse libres pero con una ubicación estratégica por la proximidad a los lugares de interés de la zona.

La casa original se reformaba y ampliaba para acoger a la familia, pero no sólo. Pues un entorno así se tenía que compartir, así que se construyó una casa de invitados. Ellos ofrecieron al lugar dedicación, esfuerzo, intervinieron en él con planificación y con la conciencia de hacer bien las cosas y priorizando la calidad, el respeto a la naturaleza y, sobre todo, mucho cariño. El lugar, a cambio, les ofreció un paisaje para observar, una naturaleza rica y cambiante, un clima que les arropó, un entorno que les permitió disfrutar tanto del interior como del exterior…

Pero la vida pasa y nos conduce por distintas etapas. Ahora Uta y Martin empiezan otra, en su país de origen, junto a los suyos. Dejando atrás una huella que, sin duda, contribuirá a la felicidad de la nueva familia que ocupará este hogar comercializado por Monapart Girona, con la responsabilidad de conservar el trato de cariño hacia la casa y el respeto a la naturaleza que ellos tuvieron… quizás para recordarlo esté el pájaro en la fuente y el símbolo constante del árbol de “Can Sastrich”.

ALLE INFORMATIONEN IN DIESEM HAUSE IN DEUTSCHER SPRACHE UNTER DIESEM LINK.