Una casa clásica muy bien decorada

  • 150 m24 habitaciones2 baños
  • Sitges.Sevilla

Umbral

Vivir en un rincón del Mediterráneo como Sitges ya es un lujo en sí mismo, recorrer sus calles blancas y dejarse embrujar por su magia ya da la sensación de atravesar un umbral, pero no el único de los que alberga el corazón de La Blanca Subur – como la llamaban los romanos.

Abrir la puerta de esta casa es cruzar otro umbral a un pasado romántico y creativo que todavía impregna el lugar, es respirar otro tiempo y no dejar de soñar. 

Sentir que en esos mismos rincones se creaba un mundo de fantasía… sacar la cabeza por el mismo balcón donde un día Santiago Rusiñol organizó una procesión para recibir a los cuadros del Greco.

Es bailar al mismo tiempo con el pasado y la modernidad, beber Malvasía con Picasso y salir a navegar.