Vivimos en el todo es posible, así que encontrarte una hamaca en el salón, algo que hace unos años nos hubiera parecido insólito, ahora es tan normal. Y por qué no, dime. Si tienes un rinconcito muerto en el salón, justo al lado del balcón, allí donde el sol entra en casa y lo bendice unas horas, qué mejor que poner una hamaca donde tumbarte y quemar la tarde leyendo, escuchando música, o simplemente haciendo nada. Naaaaada. Al fin y al cabo, es vacaciones cuando tú decides, ¿no?
Este piso en alquiler te lo pone fácil. Tiene el balcón, tiene el sol entrando por la ventana, y tiene la señora hamaca. El mojito ya es cosa tuya…