La clienta inglesa, o canadiense, o americana, o australiana, o neozelandesa (no hemos hablado más que en castellano) nos vino recomendada por los antiguos clientes de debajo, ella italiana y él dominicano, cuya vivienda vendimos a su vez a otra pareja, él canadiense y él español. Hay gente que aún no entiende que todo esto está pasando a escasos metros de su propia casa.
PD: Ahora sé que ella es del Reino Unido.