Aunque estemos acostumbrados a una cierta rutina, nuestra vida no es igual cada día y tampoco tiene por qué serlo nuestra vivienda. No es cuestión de hacer una reforma cada semana, pero existen soluciones para modificar por completo el espacio como por arte de magia. Como el dormitorio de este piso: una cama que desaparece para hacer ejercicio cuando te apetezca, para poner la oficina cuando necesites teletrabajar, o simplemente para dejar a las visitas con la intriga de si duermes en el sofá o en el suelo. ¡Tachán!