Hubo una época (que sigue vigente) en la que las revistas de interiorismo nos empujaban a abrazar el estilo nórdico y la decoración minimal. Pero también hay quien se sale del camino y decide rodearse de objetos únicos y especiales para darle personalidad propia a su hogar.

Hubo una época en la que, en plena burbuja, las familias acudían a los bancos en busca de viviendas de obra nueva en barrios nuevos a las afueras de las ciudades. Pero hubo unos pocos irreductibles que decidieron quedarse en la ciudad, en pleno centro, y construir su hogar en un barrio lleno de vida.

Hubo una época (también en plena burbuja) en la que las agencias de toda la vida se vieron en la disyuntiva de renovarse o morir... y murieron. Pero en esa misma época también hubo inconformistas que se arriesgaron abriendo una inmobiliaria para ayudar a vender las viviendas como ésta, de gente inconformista para gente inconformista.