Es un hecho que estás en Madrid. Pero Madrid queda allí, al fondo. Tú estás en la tranquilidad de un espacio alejado del bullicio de la ciudad, con un azul del cielo más azul, con unos espacios mucho más amplios, propios de las zonas de reciente creación.

Y no solo eso. Estás en un apartamento de estancias amplias: todas. Rara avis en los pisos de una habitación, ¿verdad? Y con una fuente de luz natural espectacular, gracias sobre todo a la galería de cristal que tiene el edificio en todo el ancho de la fachada. Para aprovechar hasta la última gota de luz y para tener todas las plantas que quieras, es el espacio perfecto para que por fin puedas presumir de algo diferente a tu colección de cactus. Comprobado.