Hogar
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Amaia Arrazola y Clara Nubiola

El amor adopta muchas formas y colores. En este caso, tiene la forma de un libro y de una exposición, y sus respectivas autoras,  audaces, intrépidas, curiosas, peripatéticas, hiperactivas, pura química en femenino singular, aman Barcelona con todo su corazón y sin reservas, como buenas españolas, que si aman, aman de verdad (¿o eso era sólo para los besos?).

Clara Nubiola se perdía por las calles de Barcelona libreta en mano, y provocando paréntesis maravillosos en su rutina, dibujaba todo aquello que le llamaba la atención, que no es poco, porque “Barcelona es un festival de imágenes”…

Clara Nuviola

Clara Nuviola

Lo mismo mismito que Amaia Arrazola, quien llegada de Vitoria se enamoró at first glance de la Condal, “la ciudad de nata”, y compulsivamente garabateaba sin cesar los rincones, las caras, los matices de su nuevo escenario, ¡hasta en la cola del súper!

Amaia Arrazola

Amaia Arrazola

Para Clara Barcelona es su paisaje cotidiano, mientras que para Amaia no, aunque ya sí. Y si para aquélla la ciudad es de color morado, para ésta es amarillo-marrón... Curioso ¿no?, de nuevo los colores… Clara publicó un libro requetechulo, La guía de las rutas inciertas, y Amaia una exposición en Miscelanea, Amaia Was Here, el pasado mes de marzo. ¿Para cuándo segundas partes chicas? Queremos más…

Guía de las rutas inciertas

Amaia was here

Las dos aman Barcelona, pero con cabeza, pues saben reconocer sus más y sus menos, nada de amores adolescentes aquí. Estaban predestinadas, nosotros lo vimos claro, y es total que Monapart haya sido el motivo de su encuentro.