Si las paredes de esta casa (comercializada por Monapart Alicante) hablasen nos podrían contar un sinfín de historias, pero seguro que las más trepidantes e interesantes son las que sucedían bajo la luz de la luna. Me han contado que, en el siglo XIX, gracias a la cueva secreta que hay en la planta baja y a la ubicación de la casa junto a las faldas del Castillo Santa Bárbara, los propietarios de aquellos años se sacaban algunos escudos de plata trapicheando con las piedras que robaban del Castillo, y, en algunas ocasiones, era tal su codicia que se veían obligados a usarlas para pavimentar la entrada de la vivienda porque no tenían manera de poder transportarlas debido a su gran volumen. Pues bien, hoy en día, bajo la luz de la luna, podremos disfrutar de las noches de verano, las vistas que nos ofrece desde su terraza y pensar qué uso le podremos dar a esa cueva…