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Pianobar

Un piano-bar, literalmente, con bolos aquí y allí, según demanda y en eventos privados, y que es ideal para quienes siempre escuchan música copa en mano, o los que, copa en mano, siempre escuchan música.

Pianobar

Todo empezó en una noche de borrachera. Un grupo de amigos, ahogando las penas en un bar, debatían el futuro de sus vidas preguntándose: “¿Deberíamos buscar un trabajo serio?”… La verdad es que ahora que les conocemos, nos resulta imposible imaginárnoslos con camisa y corbata currando ocho horas seguidas en una oficina. Lo importante es hacer lo que te gusta, ¿no? Y a ellos lo que más les gusta es la música y el buen beber. Su destino estaba escrito.

Pianobar

Don Ostra, el hombre de las combinaciones inimaginables, es el padre de la idea que, a decir verdad, resulta muy sencilla, casi obvia: unir un piano y una barra de bar en un mismo objeto. No uno junto al otro, sino uno en otro, dando pleno sentido al binomio piano-bar como nunca antes.

PianobarPianobar

A Don Ostra (aka Manuel Hoctin) le rondaba esta idea en la cabeza desde hacía tiempo. Lo que no podía imaginarse es que de repente se encontraría un piano abandonado en un contenedor de basura. Estaba claro, era una señal. Sin dudarlo, se lo llevó a cuestas a su estudio en Poblenou y  tras hacer algunos apaños, lo convirtió en un artilugio sorprendente. Había nacido el Pianobar, un bar móvil donde se toca música swing, bossa nova, blues, jazz o rhythm & blues mientras se sirven negronis, spritzs, margaritas y todo tipo de cócteles clásicos.

Un bar móvil donde se toca música swing, bossa nova, blues, jazz o rhythm & blues mientras se sirven negronis, spritzs, margaritas y todo tipo de cócteles clásicos

Junto a él viajan los pianobarmen, Dani Martí y Manuel Davode, un dueto musical que desprende savoir-faire y que es el alma de la fiesta.

Pianobar Dani MartíPianobar Manuel Davode

Y Álex Oliver, filólogo amante de la música y de los buenos saraos, se encarga de explicar el concepto a la vez que ejerce de mánager lidiando con clientes y calendarios. Él nos permitió colarnos en una de las fiestas y grabar este vídeo. ¡Cómo la liaron! Sólo te damos una pista antes del vídeo: “Todo empezó en el ascensor”…